Quemaduras solares

El sol emite una mayor cantidad de radiación durante el verano por lo que durante estos meses debemos tener más precauciones a la hora de exponernos a sus rayos.

¿Qué tipos de quemadura solar existen?

Una quemadura solar no es más que el daño producido por la radiación solar sobre la piel. Está producido fundamentalmente por los rayos UVB. Su intensidad dependerá de la magnitud de la radiación, el tipo de piel y la zona corporal irradiada (las zonas cubiertas son más sensibles).

Podemos dividir las quemaduras solares en dos grados:

Quemadura solar de primer grado. Se caracteriza por un enrojecimiento de la piel y también por el dolor y el aumento de temperatura que ocasiona. Suele comenzar tras unas 2-6 horas de la exposición, alcanzando la máxima intensidad a las 12-14 horas y acaba remitiendo en los días siguientes con descamación y bronceado.

Quemadura solar de segundo grado. A pesar de que la mayoría de las quemaduras suelen ser de primer grado, si la exposición solar ha sido más prolongada y sin la correcta protección, se puede producir una de segundo grado que se diferencia de las más leves por la aparición de ampollas. Además, suele haber síntomas generales como fiebre, malestar general y escalofríos.

¿Cuál es la mejor manera de tratar las quemaduras solares?

En la mayoría de los casos en los que aparezcan quemaduras solares lo más aconsejable es ponerse a la sombra de inmediato y darse una ducha tibia. También ayuda bastante la aplicación de una crema after sun por sus efectos hidratantes y calmantes.

¿Qué consecuencias pueden derivarse de las quemaduras solares?

La exposición prolongada a los llamados rayos UVB y UVA es muy nociva para la piel. La capa más externa de la piel (epidermis) sufre un engrosamiento y las células que dan la coloración a la piel fabrican más melanina para así protegernos. Pero cuando la piel ya no puede producir más de esta sustancia sufre envejecimiento, deshidratación e incluso puede llegar a sufrir un deterioro de su ADN celular.

La consecuencia más grave que pueden producir las quemaduras solares es el aumento de las probabilidades de sufrir cáncer de piel. Es importante tener en cuenta algo fundamental: la exposición solar puede aumentar el riesgo de cáncer sin necesidad producir la temida quemadura solar.

¿Cuándo es recomendable acudir al especialista?

En ciertas ocasiones más graves debemos permanecer alerta para evaluar la aparición de síntomas como fiebre, mareos, malestar, escalofríos o dolores de cabeza. Esos signos pueden estar alertándonos de que se trata de una quemadura solar grave y, por consiguiente, lo más adecuado es acudir al especialista para que evalúe el tratamiento más adecuado.